miércoles, 24 de junio de 2015

The X Factor - 240388 (Capítulo 6)


El sonoro timbre del despertador que había en la habitación nos despertó delicadamente a todas a la vez. Dinah se quejó, Normani se dio la vuelta, Ally fue al baño con su neceser para empezar a arreglarse, yo me quedé quieta y Lauren...Lauren tenía su brazo debajo de mí, no sé cuánto tiempo había estado así pero tenía que estar incómoda por necesidad. Aun no se había despertado, seguía bocarriba en la cama, con gesto calmado y con menos ojeras que ayer, parece que al menos ha descansado. Parecía una niña tan buena y tenía un rostro tan angelical que me daba verdadera pena tener que despertarla. Perdí la noción del tiempo y tan sólo fue recuperada cuando ella respiró hondo, se removió a mi lado y abrió los ojos con dificultad debido a la luz que se colaba por la ventana. Una vez se hubo acostumbrado sonrió y me miró directamente a los míos provocándome un escalofrío.
-Buenos días.
-Emm...buenos días.
-¡¿Aún no os habéis levantado?! ¡Arriba mis niñas!
-¡Buenos días Ally! - se incorporó deprisa saliendo de la cama y le dio un beso en la mejilla.
-Alguien se ha levantado de buen humor esta mañana.
-Sí - dijo sonriendo - he descansado mucho.
-Me alegro mucho cielo - le acarició la mejilla - Y el resto a ver si se levantan de la cama y podemos bajar a desayunar algo antes de la comida.
Comencé a incorporarme y a coger mi ropa del armario cuando me giré y vi a Dinah a mi lado.
-¡Jod...! - del salto se me cayó todo lo que tenía en las manos.
-Ese vocabulario Camila.
-Perdón Ally pero Dinah me ha asustado.
-Si no he hecho nada.
-Primero mírate esa cara en el espejo y luego me dices. ¿Qué has hecho esta noche? Porque no estoy segura de si has estado durmiendo o si estas de resaca.
-Karla Camila Cabello, no empecemos.
Dejé pasar el tema mientras me reía internamente, recogí mi ropa y pasé al baño por delante de ella, me colé y le saqué la lengua antes de que la puerta blanca casi diese en sus narices y de echar el cerrojo.
-¡Te odio Camila!
-Lo siento Jane, yo iba antes - me di la vuelta mientras esta vez las carcajadas sí que eran sonoras.
Cuando abrí los ojos me encontré con la mirada escéptica de Lauren que se encontraba delante de mí con los vaqueros aún desabrochados y sin camiseta, sólo su ropa interior azul cubría su pecho blanco y resaltando, junto con sus ojos, la blancura de su piel.
-Joder lo siento, no recordaba que estabas aquí, lo siento - me giré avergonzada, esperaba que no me hubiese visto mirarla de arriba abajo.
-No te preocupes, tampoco vas a ver nada que no hayas visto antes - ¿no se referiría a lo de la otra noche, cuando yo "dormía" mientras ella se cambió no?
-¿Perdón?
-Sí, que no tengo nada que tú no...Creo. Oh Camila, por favor, si me equivoco ya va siendo hora de que me lo digas, hemos dormido en la misma cama.
-¡No te metas conmigo!
-En serio, es muy divertido - dijo riendo - deberías ver tu cara.
Sin mediar palabra pasé por su lado, dejé la ropa encima de la cisterna la rodeé para lavarme la cara, una simple excusa para poder esconder el rojo de mi cara. Siempre conseguía ruborizarme y me gustaba. Me encontré mejor cuando mi piel contactó con el agua tibia que había entre mis manos, de pronto Lauren se colocó a mi lado y abrió la puerta de cristal del mueble que había encima del lavabo y se puso de puntillas para alcanzar algo. La miré de reojo y pude ver su torso firme y sus músculos levemente marcados, era realmente bonita. La sangre se me heló cuando pasó una mano por mi cintura, despacio, y luego la apoyó en el medio de mi espalda para hacer fuerza e impulsarse.
-Lo siento, no llegaba a por el peine. Dinah tiene la costumbre de ponerlo arriba.
-¿Eh? No, no pasa nada, no te preocupes. - Cambié el agua tibia por helada. De pronto hacía mucho calor.
-¿Te encuentras mal?
-¿Por qué lo preguntas?
-Por la temperatura del agua, debe estar bajo cero.
-Es para despertarme antes - mentí, odiaba el agua fría - de otra manera no me espabilo en todo el día.
-Ah bueno. ¿Te importa que termine de arreglarme aquí?
-¿Aquí?
-Sí, aquí Camila, en el baño.
-¿Así?
-¿Qué?
-Nada, nada.
-Estás muy rara hoy Camila, no sé qué te pasa. - Me pasa que me pone nerviosa que te pasees a mi alrededor en ropa interior y encima me vayas acariciando o tocando la cintura y la espalda o lo que sea.
-Claro que puedes cambiarte aquí, fui yo la que invadió tu sitio.
-Sí, eres toda una villana, invades y conquistas todo lo que tocas.
-Será que a ti no tus padres nunca te han hablado de las bondades del pestillo.
Intenté que pareciese que no le había dado importancia a ese comentario pero me había llegado hondo, no sabía qué quería decir con aquello. Cuando hubimos acabado fuimos a desayunar y luego a practicar hasta la noche.
Los siguientes dos días casi rozaron la monotonía si no hubiese sido porque cada momento con ellas es diferente aunque hagamos siempre lo mismo, prepararnos a conciencia para la prueba final del bootcamp. La relación con Dinah siguió estrechándose, congeniábamos muy bien, pero no me había atrevido a contarle lo que pasaba con Lauren porque ni siquiera sabía que pasaba con ella ni que era "lo de Lauren". Ally y Normani estaban muy atentas con el resto y aunque parecían más serias solían seguirnos el juego y cuando abrían la boca era para tener palabras bonitas, animarnos cuando estábamos más cansadas y para hacernos reír. Lo irónico de la situación con Lauren era que siempre era igual porque siempre era diferente, nos turnamos para dormir con Ally para que así no tuviera que utilizar ese horrible sofá. Me alegre de que ambas pudiéramos descansar bien pero echaba de menos sentir esa paz que me proporcionó tenerla en mis brazos durante aquella madrugada.
La noche de antes estábamos demasiado alteradas para dormir y hasta Ally se dio por vencida.
-Ya que no vamos a poder pegar ojo ¿qué os parece si perfeccionamos algo antes de la actuación?
-Lo siento Ally pero llevamos cuatro días dando el doscientos por cien de nosotras y no creo que tenga fuerzas para cantar algo más hasta mañana.
-No me refiero a cantar, eso ya sólo depende de nosotras y por supuesto de Dios, que nos prestará su mejor ayuda. Escúchenme, no hace ni una semana éramos unas auténticas desconocidas, incluso ustedes que vivían en la misma ciudad - se refirió a Lauren y a mí - y en tan sólo unos días hemos pasado por mucho juntas. Tenemos las armonías, los tiempos y la letra, lo tenemos todo pero no sabemos gran cosa la una de la otra, qué pensábamos la una de la otra o cómo es nuestra vida. Creo que todo sonaría mucho mejor si conseguimos transmitir la química y la confianza que tenemos las unas en las otras.
-¡Hagámoslo chicas! Me parece una idea muy buena y no quiero enterarme de vuestras cosas cuando nos entrevisten por haber entrado en el programa - Todas estuvimos de acuerdo.
Fue una noche realmente útil, me entere de cosas fascinantes de la vida de todas como que Dinah vivía con otras 23 personas en su casa y se emocionó al decir que quería que se sintieran orgullosos de ella y que todo el sacrificio que estaban haciendo mereciera la pena. La línea de la conversación fue por con todas y ahora las sentía mucho más cercanas, no quería conseguirlo sólo por mi sino también por ellas. Me enteré de detalles de la vida de Normani y Ally y por supuesto de Lauren. Por mi parte yo les conté cómo acabé siendo una cubana americana y cómo había conseguido llegar aquí. Hoy más que nunca puedo decir que quiero a estas chicas, las quiero de verdad y sé que haría cualquier cosa por ellas.
Nos fuimos a dormir para intentar descansar aunque ninguna pegó ojo y todas lo sabíamos. Hoy le tocaba estar a Lauren en la cama de Ally así que yo pegué mis piernas a mi pecho, las abracé y me quedé mirando hacia el frente, hacia ellas. Apoyó su espalda en el acolchado cabecero rojo de la cama y vi sus brillantes ojos verdes mirarme en la oscuridad, debimos estar así unas dos horas, no dijimos nada, no abrimos la boca, solo existían sus ojos sosteniendo los míos desde una distancia exageradamente grande. Y así me quede dormida nuevamente, con el estómago en un puño pero su mirada en mi mente. Lo único que recuerdo es oírla susurrar un leve "buenas noches".
***
-¿Qué está pasando entre vosotras?
-¿Entre quienes? - me hice la tonta.
-Lauren y tú.
-No hables tan alto - las chicas se habían ido a recoger el desayuno, aunque siendo justa con las palabras sería más correcto decir que Dinah las obligó. - No lo sé, todo es muy confuso. ¿Por qué lo preguntas?
-Porque no estoy ciega, veo como actuáis, como se te cae la baba con ella y cómo anoche estuvisteis mirándoos durante dos horas y media, que por cierto se hicieron interminables ¡No cruzasteis palabra!
-Su mirada me relaja.
-¿La mirada de quién? - ¡Por qué siempre aparecía en el peor momento!
-La mirada de...mi hermana Sofi. Deberías conocerla para saber de lo que hablo, sí, un día te la presentaré.
-Ajá.
-No me mires así.
-¿Cómo?
-De manera escéptica. Otra vez.
-Que se le va a hacer, si mientes mal no es mi culpa.
-¡No miento mal! ¿Verdad que no Dinah? - Camila eres idiota. Me volvía a mirar de esa manera - Mierda...
-Así que te relaja mi mirada ¿no? - mientras dejaba mi taza de leche delante de mí sus ojos volvieron a clavarse en los míos pero no como anoche sino con aires de victoria, inquisidores, esta vez no me iba a dejar ruborizar.
-No más que la de Dinah o del resto de las chicas.
-Pues que pena - su sonrisa curva me estaba volviendo loca.
-¿Pena por qué?
-Porque... - se acercó a mi mejilla, me dio un beso cargado de maldad y paró sus labios a milímetros de mi oreja, su aliento acariciaba mi piel - porque a mí tu mirada sí que me relaja más que las suyas - su labios me rozaron cuando pronunció esas últimas palabras y las tres nos dimos cuenta de que suspiré demasiado fuerte, lo que le provocó a una sonrisa mientras se alejaba y una cara de desconcierto en Dinah.
-Guau.
-Debo irme.
-Aún no has desayunado Camila, nadie lo ha hecho aún.
-Al baño. Debo irme al baño.
-¿Quieres que te acompañe? - de nuevo esa actitud picaresca.
-Si... ¡No! No mejor no. Dinah, vente tú - sin darle tiempo a aceptar la agarre del brazo y tiré de ella. Pasamos por el lado de Ally y Normani corriendo y esta última se nos quedó mirando, estaba segura que pensaba que estaba loca pero era un secreto a voces, tampoco me molestó.
Entramos al baño tan deprisa que acabe tropezando con a saber qué y Dinah tuvo que sujetarme para no clavarme el pico marmóreo del lavabo en la tripa. Sentía mis mejillas arder y la necesidad de mojarme la cara pero ella me detuvo.
-Si te mojas se te correrá todo el maquillaje y no tenemos tiempo que perder, tenemos que salir de aquí en menos de 10 minutos si queremos llegar a tiempo a la casa de Simon.
-Joder llevas razón, lo siento. ¿Pero tú has visto eso? ¿Qué significa? ¿Qué ha pasado?
-Tú deberías saberlo. Dime qué es lo que piensas.
-No lo sé, la vi por primera vez hace ¿cuánto? ¿Siete días? Apenas conozco nada de ella.
-Olvídate de todo eso y dime que sientes ahora mismo.

-Creo...sé que es una locura pero creo que me gusta.

jueves, 5 de febrero de 2015

The X Factor - 240388 (Capítulo 5)

-¿Por qué no probamos con ‘Call Me Maybe’ de Carly Rae Jepsen?  - sugirió Dinah.
-Me gusta la canción, mucho, pero creo que quedaría demasiado fuera de contexto en una actuación así, debe ser más sentida – le contestó Normani.
-¿Y Katy Perry? La de ‘Part Of Me’. En cierto modo una parte de nosotras puede cambiar en ese momento.
-A mi esa no me parece mal - me apoyó Ally.
-Me parece una buena idea.
-A mi también, me parece un buen significado, cantar es una parte de nosotras y es por eso por lo que nos hemos unido las cinco - sólo quedaba Lauren por pronunciarse pero después de tres cuartos de hora y más de 15 canciones propuestas parecia que ya teniamos la adecuada.
-Me parece una buena idea -confirmó aunque algo en su gesto parecia no estar de acuerdo.
-¿Seguro Lauren? - preguntó Normani poniendole una mano en su hombro, tocando su piel, a centimetros de su cuello...Para Camila, para
-Sí, claro que sí. Me parece muy buena idea - esa respuesta acompañada de una sonrisa parecio convencer a todas. A todas no, a mi no consiguió engañarme.
-Lauren Jauregui - la llamé como lo había hecho por la mañana, me gustaba la expresión dulce que se le ponía a causa de la sorpresa.
-¿Si, Camila? - siempre me seguía el juego pero esta vez el partido era mio.
-Tienes alguna otra opción en la cabeza.
-No, esa me parece bien.
-Venga, dinos.
-Si Lauren, suéltalo - agradecí que Dinah insistiera junto a mí.
-Es que seguro que no os gusta, como con las otras, y eso teniendo en cuenta que la conozcais.
-Pruébanos - le reto la misma.
-Había pensado en 'Impossible' de Shontelle - por su expresión debió descifrar en nuestras caras que no sabiamos a cual se refería. Parecia exhausta y algo abatida -¿veis? Os lo había dicho.
Ese nombre me sonaba un montón pero no era capaz de localizarlo, no le ponía letra ni melodía.
-Lauren - estaba completamente perdida en mis pensamientos, intentaba identificarla a toda costa - ¿Podrías cantarla? Me suena bastante y quizas así logre saber cual es.
-No importa, aunque la conocieses el resto no lo hace, vamos a quedarnos con Katy y a ponernos ya a ensayar.
-Por favor - reconozco que nunca había puesto una cara de pena mayor que en este momento pero funcionó, no pudo evitar sonreír a la vez que se sonrojaba ligeramente, casi de forma imperceptible.
-Está bien, de acuerdo pero sólo el principio.
Asentí con mucha ilusión, no sólo porque iba a cantarla sino porque iba a escuchar de nuevo su voz en acción, por raro que parezca ya apenas la recuerdo.
-“I remember years ago, someone told me I should take caution when It comes to love, I did, I did…” - ¡¿Cómo he podido ser tan tonta?! No recuerdo la cantidad de noches que había pasado escuchando esa canción, no sé si pensaba parar o no, el caso es que continuó – “…And you were strong and I was not, my illusion, my mistake. I was careless I forgot, I did…” – Cuando ella dejó de cantar salí del hipnotismo que me había provocado su voz, no pude frenarme. Canté.
-“…And now when all is done there is nothing to say, you have gone and so effortlessly. You have won you can go ahead, tell them” – Me miró con la ilusión desbordándole en los ojos y lo que pasó a continuación sé que no lo olvidaré jamás. Nos seguimos mutuamente y no había podido imaginar un estribillo mejor.
-“Tell them all I know now, shout it from the rooftops, write it on the skyline, all we had is gone now, tell them I was happy and my heart is broken, all my scars are open. Tell them what I hoped would be impossible”
-Impossible – la dejé cantando sola.
-Impossible – hizo lo mismo conmigo, turnándonos cada frase.
-Impossible – alargó la palabra, quedaba precioso en sus labios.
Parecía que ahí acababa todo, nos miramos a los ojos con gesto cómplice. Me hacía muy feliz cantar pero hacerlo con ella era fantástico así que ni me imagino lo que será con las otras tres a nuestro lado. Cuando Lauren y yo seguíamos recomponiéndonos de aquel momento Dinah, Normani y Ally, por ese orden, hicieron lo mismo que hicimos nosotras momentos atrás.
-“Falling out from love is hard”
-“Falling for betrayal is worst”
-“Broken trust and broken heart”
-“I know”
-“I know”
-“Thinking all you need is there”
-“Building faith on love and words”
-“Empty promises will wear”
-“I know”
-“I know…”
-“And now when all is gone there is nothing to say and if you’re done embarrasing me. On your own you can go ahead. Tell them…”
Ally nos hizo un gesto para indicarnos que nos cedían el estribillo, el cual secundaron las otras dos chicas. Esta vez fui yo la que empecé y ella inmediatamente me siguió.
-“Tell them all I know now, shout it from the rooftops, write it on the skyline, all we had is gone now. Tell them I was happy and my heart is broken, all my scars are open, tell them what I hoped would be impossible…”
-“Impossible” - Normani se unió
-“Impossible” - y Ally
-“Impossible” - también Dinah
-“Impossible” - Lauren continuó
-“Impossible”- era mi turno
-“Impossible”- todas nuestras voces se unieron
-“Impossible”
Hicimos una pausa y Lauren continuó con la siguiente frase. Las cinco continuamos con la última parte, me sentía tremendamente bien y había una armonía perfecta entre nosotras, como si estuviéramos acostumbradas a cantar de aquella manera tan improvisada y casi atropellada.
-“I remember years ago someone told I should take caution when it comes to love, I did”
-“Tell them all I know now, shout it from the rooftops, write it on the skyline, all we had is gone now. Tell them I was happy and my heart is broken, all my scars are open, tell them what I hoped would be impossible”
-“Impossible”
-“Impossible”
-“Impossible”
-“Impossible”
-“Impossible”
-“Impossible”
-“Impossible”
Por tercera vez Lauren se ocupó de aquella parte final.
-“I remember years ago someone told I should take caution when It comes to love, I did.”
Nos quedamos unos segundos calladas, con expresión atónita mirándonos las unas a las otras, apuesto a que ninguna de nosotras se esperaba ese resultado, definitivamente ya tenemos canción.
-¿He sido a la única que le ha sonado genial? – Dinah fue la encargada de romper el hielo.
-No, ha sido como un coro de ángeles tocados por el dedo de Dios
-No lo habría dicho así – expuso Normani – pero creo que Ally lleva razón. Lauren, gracias por la idea, ese puesto en The X Factor es nuestro.
-No quiero que os sintáis comprometidas, si no os gusta podemos cambiarla, seguro que hay cientos de ellas que quedan mucho mejor, quizás necesitemos una más positiva o más movida.
-Me da igual si hay cientos o miles – estiré los brazos por encima de mi cabeza todo lo que pude – yo no quiero que sea una canción que quede mejor o una movida que no signifique nada salvo la unión de unas letras. Yo quiero ir allí y cantar con el corazón, eso es lo primordial. Quiero ir allí para demostrar que podemos hacerlo posible con ‘Impossible’.
Me observaban con diferentes gestos, seguramente nadie se esperaba eso de mí porque no suelo mostrarme así pero debieron estar todas de acuerdo, ni siquiera Lauren se atrevió a volver a protestar. Nos pusimos manos a la obra después de casi la hora y cuarto que habíamos invertido en elegir la canción. Estábamos en mitad de la mañana y el cansancio ya estaba causando estragos en mí aunque seguí dando el cien por cien por ellas, no podía fallarles ni retrasarles. Éramos un equipo.
A primera hora de la tarde ya teníamos la parte que iba a cantar cada una distribuida, la canción acortada y habíamos hablado un poco sobre la puesta en escena. Ahora estábamos pensando la colocación en las sillas. Ally había propuesto ponernos en orden alfabético pero nos deshicimos de esa idea porque nos parecía demasiado vacía y por otra parte, una que no sabía cuán pequeña era, me daba algo de inseguridad estar lejos de Lauren. No sé el por qué pero al salvarme de varias caídas y al tratarme de forma tan atenta me siento más segura a su lado, más protegida, como si fuera a ayudarme si me quedo en blanco y se me olvida la letra, por ejemplo, aunque eso es algo difícil porque no creo que sacase una pancarta delante de Simon, el hombre que nos juntó para estar en esta parte del bootcamp y el que decidirá si estamos dentro o no. Entonces me vino la inspiración.
-Oye chicas
-¿Si?
-Hemos quedado en que Normani canta la primera parte y el puente, Lauren la primera parte del primer estribillo y Ally la segunda, yo el puente y la primera del segundo y Dinah la última y luego acabamos la canción todas juntas, ¿no?
-Emm – Ally revisó el papel donde lo habíamos apuntado – Sí, así es. La idea es que todas tengamos una parte de solo en la que mostrar nuestra voz pero acabar enseñando el potencial que tenemos como grupo.
-Entonces podríamos ponerlo en forma de abanico de forma que las primeras partes estemos, por ejemplo, a la izquierda y las segundas a la derecha.
-No entiendo – Normani fruncía el ceño como si intentara visualizarlo.
-Sí, a ver, Normani, como tú empiezas irías en el centro que es donde se suele centrar la atención de forma inconsciente en un primer momento – cogí otro folio en blanco y lo dibujé. Creo que estaré tres meses sin usar ninguno para compensar todos los que estamos gastando hoy – luego continúa Lauren y podría ponerse a tu lado, no importa a cual. La sigue Ally que se pondría a tu otro lado, en el que no esté ocupado y luego…
-Y luego Dinah se pondría al lado de Ally y tú te pondrías junto a mí ¿no?
-Exacto, esa es la idea. Es algo que parece informal pero en verdad está pensado.
-A mí me parece muy buena idea  - nos sonrió Lauren. Todas concordaron con ella. Perfecto, otro obstáculo salvado.
-¿Pero continúa en pie eso de levantarnos en la parte donde cantamos todas juntas y acercarnos a Simon?
-Sí, yo creo que esa parte es fundamental - me quedé mirándola - ¿Pasa algo Camila?
-Nada Ally, es solo que me pareces adorable cuando tomas las riendas de la situación.
-Anda anda, niña, no seas exagerada – se puso algo colorada bajo su discreta base de maquillaje.
El resto de la tarde la pasamos ultimando los detalles y decidiendo en qué lugar iría cada una y mañana empezaríamos a preparar la canción, apenas nos quedaban unos días y tenía que salir perfecta.
-Deberíamos salir de aquí, cenar algo y desconectar, ha sido un día muy largo y todas necesitamos descansar.
-Hoy habéis hecho muy buen trabajo, mis niñas, lo necesitáis.
-Esto… ¿Ally?
-¿Si?
-No me encuentro bien y no tengo hambre, ¿podría irme a la habitación directamente?
-¿Sin probar bocado? ¿Por qué no comes algo aunque tengas que irte antes?
-De verdad, tengo el estómago en un puño.
-Vale pero alguna de nosotras tendrá que acompañarte, no te vas a ir sola por una ciudad que no conoces y de noche.
-No, ni de broma. No voy a dejar a nadie sin cenar, sin descanso y sin fiesta sólo porque o no me encuentre bien. Me voy dando un paseo, si ya sé por dónde es.
-De ninguna manera mi niña.
-Ally, si quieres puedo acompañarla yo.
-No Lauren, tú ya cargaste conmigo esta mañana. Que no pasa nada, de verdad, voy yo sola.
-Que he dicho que tu sola no vas a ningún lado.
-Pero…
-Chicas – intervino Dinah – a mí tampoco me hace ninguna gracia que Mila ande por ahí sola – todas, incluida yo, nos quedamos mirándola por la forma en la que me había llamado. Era la segunda vez que lo decía hoy pero para ellas era la primera que lo escuchaban -  pero ¿y si le pedimos un taxi? Así no se sentiría mal y nosotras estaríamos tranquilas.
-A mí me parece una buena idea – le estaba realmente agradecida por ponerse de mi lado cuando lo necesitaba.
-¿Y si le pasa algo en el taxi?
-¿Qué le va a pasar, que un ácaro le muerda?
Normani acabó dándonos la razón con algo más de facilidad que Lauren y Ally, quienes lo hicieron a regañadientes e incluso intentaron pagarme el taxi entre las dos. A los cinco minutos apareció el coche amarillo con cuadraditos negros y yo me senté en la parte de atrás. Ally le hizo bajar la ventanilla del copiloto, que es la que daba a donde estaban ellas, para hablar con él.
-Tenga mucho cuidado con la muchacha, déjela en la misma puerta y si hace falta la acompaña usted mismo adentro. Y tu Camila mándanos un mensaje en cuanto hayas llegado
Debía reconocer que me gustaba mucho la forma en la que nos cuidaba, siempre tan atenta y preocupada. Con todas ellas a mi alrededor era imposible sentirse insegura o desprotegida y no me esperaba sentirme así con ellas, al menos no tan pronto.

El hombre condujo con cuidado y agilidad entre los coches, parecía majo. Me llamó la atención la foto que adornaba el salpicadero en la que salía rodeado de su familia, la observé con nostalgia porque aunque hablaba con ellos a menudo aún pasarían unos días más hasta volver a verlos y echaba de menos a mis padres y a Sofi. Al notar la dirección de mi mirada sonrío y me contó cosas sobre su familia y preguntó algunas cosas sobre mí. Siguiendo las indicaciones que la mayor le dio al subirme al vehículo me dejó justo a la entrada y aunque no se bajó para acompañarme, gesto que agradecí porque me hubiera muerto de vergüenza, si es cierto que me siguió con la mirada hasta que crucé el umbral por la puerta y me metí en el ascensor. Cuando me di la vuelta después de pulsar el botón para subir a mi planta vi cómo me saludaba con la mano mientras se alejaba. He cogido bastantes taxis en Miami pero nunca me habían tratado de manera tan cordial, me llamo la atención aquella situación. Supongo al tener una hija casi de mi edad le resultaba más cercana y la preocupación de Ally y Lauren le habrá parecido tierna.
Lauren…me ha conmovido que estuviera dispuesta a perderse esa noche, a pesar de que había notado que tenía ganas de estar con las chicas solo para que no me pasara nada.

Entré en la habitación, les mandé el mensaje, me cambié rápido y me metí en la cama. Me coloqué los auriculares y mi cuerpo se relajó cuando empecé a escuchar la voz de Harry Styles en esa canción de One Direction que tanto me gustaba. Estaba deseando que saliera ya el nuevo álbum. Cuando me empecé a quedar dormida paré la música y dejé el móvil en el suelo.

Un golpe contra mi cama y una posterior protesta en voz baja y cargada de rabia me despertó. Me levanté algo alarmada y cuando mis ojos se acostumbraron vi a la figura de pelo negro azabache observándome mientras me susurraba que no me asustase.
-Lo siento, me he dado con la pata de la cama en el pie.
-¿Estas bien? ¿Te has hecho mucho daño?
-Eres la primera persona que me pregunta si estoy bien cuando la despierto, Taylor me habría matado.
-¿Taylor? - ¿Quién era? Ahora que lo pensaba no sabía demasiado de su vida, al igual que ella de la mía.
-Taylor es mi hermana pequeña y mi mejor amiga – sonrió – pero como sea, tienes que seguir durmiendo. Buenas noches Camila – me acarició el brazo y colocó el dedo índice sobre mi nariz como si fuera un bebe. Quería seguir hablando con ella pero era consciente de que necesitaba descansar así que cerré los ojos y me di media vuelta, quedando de espaldas a la cama de Ally. Al cabo de un rato removiéndome llegué a la conclusión de que no encontraba la postura en esa posición por lo que me giré de nuevo. Entonces la vi sentada en el brazo de su sofá cama, la oscuridad era bastante densa pero podía ver el movimiento que en sus hombros causaban los silenciosos sollozos que intentaba ocultar. Durante un momento pensé en fingir que no había visto nada y seguir durmiendo, además no quería molestarla o incomodarla pero una décima de segundo después ya estaba desarropándome.
Salí de la cama y me acerqué a ella con cuidado. Rodeé su cuerpo con mis brazos y sin decir nada ella apoyó su cabeza en mi pecho, rodeo mi cintura con los suyos y comenzó a llorar más fuerte. Se me partía el corazón cada vez que notaba una lágrima más en mi ropa, cada vez que se estremecía, que temblaba o cuando parecía que se calmaba pero volvía a lo mismo. Durante los cinco minutos que estuvo así le acaricia el pelo y le decía que no pasaba nada pero viendo que no obtenía ningún resultado cogí su cara entre mis manos y miré a sus preciosos mares verdes. Aquella situación realmente dolía.
-Para un momento por favor, dime que te pasa.
-Yo…lo siento.
-No tienes que pedir disculpas por nada Lauren, estoy segura de que no has hecho nada malo.
-Te he despertado, te he sacado de la cama y estoy llorando.
-Te hiciste daño, que por cierto no me dijiste si te dolía o no.
-Estoy bien tranquila, solo fue el golpe
-Y no tienes que pedir disculpas por llorar, es algo bueno y nos ayuda a liberar tensiones.
-No me gusta que la gente me vea llorar porque hago que se preocupen por mí pero no sé por qué no puedo evitarlo algunas veces.
-Si se preocupan por ti es que algo has hecho bien y no eres de piedra, no es malo mostrar tus sentimientos a los demás, nadie debería esconder lo que siente porque es una parte nuestra y si lo hacemos no estamos siendo completamente transparentes con la gente de nuestro alrededor – el silencio reinó en la habitación durante unos segundos, espero que le haya llegado algo de lo que he dicho, por mínimo que sea.
-No sabía que te expresaras tan bien. Siempre bromeas y te ríes de todo, incluso de ti misma.
-Me gusta ser alegre porque quizás así se le contagie a los demás. Ya hay demasiadas tragedias en el mundo como para seguir aumentándolas.
-Eres muy niña y muy madura a la vez. Has debido pasar por muchas cosas – y tanto que sí.
-No nos desviemos del tema, que veo por donde vas – torció el gesto y me hizo una mueca indicando que llevaba razón - ¿Qué es lo que le ocurre a una personita como tú para que esté así?
-Tengo miedo.
-Lo siento, no sabía que te diese miedo la oscuridad, si quieres voy a encender la luz – sonrió levemente, ya era un comienzo - ¿A que le tienes miedo?
-A fallar, a no entrar en el concurso. Esta es una de las mejores oportunidades de mi vida y ya he perdido una de ellas, no quiero ni pensar que va a pasar si malgasto esta también.
-No creo que hayamos malgastado nada, quiero decir, no nos han denegado una oportunidad sino que nos han cambiado la forma de obtenerla y gracias a eso he conocido a cuatro chicas fantásticas, eso para mí ya es un gran regalo.
-Sí, sois todas geniales pero si no nos dejan entrar también os perderé a vosotras.
-A mí nunca vas a poder perderme – las palabras salieron de mi boca con vida propia, ni siquiera estoy segura de que pasaran por mi cerebro antes de articularlas – Te aseguro una cosa, que vamos a ir a casa de Simon, que vamos a cantar ‘Impossible’ como lo hemos hecho hoy y vamos a entrar por la puerta grande con una canción que tú – puse énfasis en el pronombre – aportaste.
-Deberías acostarte, tienes mala cara.
-Gracias por devolverme esas cosas tan bonitas que te estoy diciendo con esos piropos – solté una carcajada y ella rio un poco conmigo, no sé exactamente la razón pero lo hizo.
Me aparté un poco y me tumbé un momento en su cama aunque no tardé mucho en levantarme porque me estaba haciendo daño en el cuello.
-Lauren – la chica que estaba distraída mirando a ninguna parte pareció volver en sí.
-¿Sí?
-¿Cómo has podido dormir toda esta noche en esta tortura de sofá?
No obtuve mayor respuesta por su parte salvo encogerse de hombros. Parecía realmente cansada y decaída.
-¿Tienes que cambiarte para meterte en la cama?
-No, ya tengo puesto el pijama – con tanto ajetreo no me había dado cuenta y he de reconocer que le sentaba realmente bien.
-Pues ven aquí, hoy vas a dormir en condiciones
Le cogí de la muñeca con delicadeza y la arrastré hasta mi cama mientras ella me miraba con expresión de desconcierto. Intentó protestar diciendo algo sobre que la cama era muy estrecha. Sin hacerle caso me metí y casi la obligué a ella a que se acostara, quedando entre mí y el borde del colchón. Me ocupé de que se tapara bien porque aquella noche se notaba fresco en la habitación y me tumbé a su lado, estaba agotada. Me asusté cuando noté el frio de su brazo atravesando la camiseta del pijama a la altura de mi tripa y su mejilla se apoyó en mi clavícula. Aquella situación me pareció tan surrealista como bonita. Y así me quede dormida, no con sus ojos verdes en mi mente sino a la altura de mi cuello y con su cuerpo junto al mío.